El Salvador im Ausnahmezustand

Online via Zoom

Español abajo

Vortrag und Diskussion mit Zaira Navas und David Morales von der Menschenrechtsorganisation Cristosal

Online via Zoom

Spanisch mit Simultanübersetzung ins Deutsche

Gemeinsame Veranstaltung mit Amnesty International, El Salvador-Koordinationsgruppe

Gefördert durch Engagement Global mit Mitteln des


Im März 2022 verhängte das Parlament in El Salvador einen Ausnahmezustand, der seitdem monatlich verlängert wird und inzwischen zur Normalität geworden ist. Mit der Aussetzung von zahlreichen Grundrechten will die Regierung die Bandenkriminalität bekämpfen, die El Salvador in den vergangenen Jahren zu einem der gefährlichsten Länder der Welt gemacht hatte. Seitdem erreichen uns täglich neue Meldungen über massive und systematische Menschenrechtsverletzungen. Die Organisation Cristosal hat in umfassenden Untersuchungen genügend Anhaltspunkte dafür gefunden, dass der Staat El Salvador wegen Verbrechen gegen die Menschlichkeit strafrechtlich verfolgt werden könnte.

David Morales und Zaira Navas berichten in dieser Online-Veranstaltung über die Demontage des Rechtsstaates in El Salvador und die alarmierenden Ergebnisse ihrer Untersuchungen, die in dem Bericht Un año bajo el régimen de excepción: una medida permanente de represión y de violaciones a los derechos humanos (Ein Jahr unter dem Ausnahme-Regime: Permanente Repression und Menschenrechtsverletzungen) beschrieben sind.

Hintergrund: Regierungsangaben zufolge wurden seit Ende März 2022 im Rahmen des Ausnahmezustands über 71.770 Menschen verhaftet. Zusammen mit den bereits vor Beginn des Ausnahmezustands über 37.000 Gefangenen in maßlos überlasteten Haftanstalten, hat El Salvador mit über 100.000 Gefangenen aktuell die höchste Inhaftierungsrate weltweit. Knapp 2% der erwachsenen Bevölkerung ist in Haft. Cristosal hat Tausende von willkürlichen Verhaftungen von Unschuldigen sowie Folter und außergerichtliche Hinrichtungen in den Haftanstalten dokumentiert.

Der Bericht der Organisation hat das Potential, den bisherige Mediendiskurs über den angeblich so erfolgreichen und nachahmenswerten „punitiven Populismus“ der Regierung von Präsident Bukele massiv zu erschüttern.

„Es ist eine systematische, generalisierte Politik der Folter, um alle Festgenommenen zu bestrafen, ohne Rücksicht darauf, ob sie schuldig sind oder nicht. Sie wollen Rache und Hass gegen die Banden zeigen, aber die Festgenommenen sind meist keine Bandenmitglieder.“ (Zaira Navas im Interview mit dem Online-Magazin El Faro)

Der Ausnahmezustand schränkt zentrale Grundrechte ein und gibt der Exekutive weitgehende Befugnisse, die im Widerspruch zu internationalen Menschenrechtsstandards stehen, darunter:

  1. das Recht, über die Gründe einer Verhaftung informiert zu werden;
  2. das Recht, innerhalb von 72 Stunden einem Richter vorgeführt zu werden;
  3. das Recht auf Verteidigung durch einen Rechtsbeistand und auf einen fairen Prozess;
  4. das Recht auf Unverletzlichkeit privater Kommunikation (Briefgeheimnis).

Minderjährige ab zwölf Jahren können zu Haftstrafen von bis zu zehn Jahren verurteilt werden; Jugendliche ab 16 Jahren müssen bis zu 20 Jahre ins Gefängnis. Journalist*innen und Akademiker*innen, die über die Banden schreiben, drohen Haftstrafen von bis zu 15 Jahren. Sammelprozesse mit bis zu 900 Gefangenen sind möglich. Sie können summarisch verurteilt werden, ohne individuelle Untersuchung der Verantwortung für eine kriminelle Handlung.

Die Gewaltenteilung in El Salvador ist de facto aufgehoben, Parlament und Gerichte sind mit regierungstreuen Personen besetzt, deren Entscheidungen darauf abzielen, die Machtbefugnisse in den Händen des Präsidenten Nayib Bukele zu konzentrieren und seine verfassungswidrige Wiederwahl im Jahr 2024 zu garantieren.

Hintergrund: Regierungsangaben zufolge wurden seit Ende März 2022 im Rahmen des Ausnahmezustands über 71.770 Menschen verhaftet. Zusammen mit den bereits vor Beginn des Ausnahmezustands über 37.000 Gefangenen in maßlos überlasteten Haftanstalten, hat El Salvador mit über 100.000 Gefangenen aktuell die höchste Inhaftierungsrate weltweit.

Zaira Navas
Zaira Navas, Quelle: Cristosal

Zaira Navas leitet den Bereich Rechtsstaatlichkeit bei der Menschenrechtsorganisation Cristosal. Sie hatte früher in der PDDH (Ombudsstelle für Menschenrechte) und zur Zeit der ersten FMLN-Regierung als Generalinspektorin der Polizei PNC gearbeitet. Später leitete sie engagiert die Kinderschutzbehörde. Bei Cristosal ist sie u.a. für eine Untersuchung zum Folterregime in den Gefängnissen zuständig.

David Morales
David Morales

David Morales ist bei Cristosal mit der juristischen Aufarbeitung von Verbrechen und Menschenrechtsverletzungen während des bewaffneten Konflikts in den 80er Jahren befasst (Transitional Justice). Seit 1990 setzt er sich in verschiedenen Positionen für die Menschenrechte ein, zunächst in der Rechtsabteilung der Erzdiözese San Salvador, und trat auch als Kläger im Prozess um die Aufklärung des Massakers von El Mozote auf. Er arbeitete einige Jahre im Büro des Menschenrechtsbeauftragten von El Salvador (PDDH) und war von 2013 bis 2016 selbst Menschenrechtsbeauftragter von El Salvador.

Anmeldung:

Die Veranstaltung findet Online via Zoom statt. Die Zugangsdaten werden den Teilnehmenden kurz vor der Veranstaltung zugeschickt. Der Vortrag der Referentin wird aufgezeichnet.

Anmeldung bitte bis 17. September 2023 mit vollständigem Namen und ggf. Organisation per Mail an: elsal@oeku-buero.de

El Salvador en Régimen de Excepción

Conferencia y debate en línea con Zaira Navas y David Morales de la organización de Derechos Humanos CRISTOSAL.

Español con traducción simultánea al alemán

Martes, 19.09.2023,
7:00 - 9:00 p.m. (horas de Alemania);
11:00 am – 01:00 pm (horas de Centroamérica)

Un evento de la Oficina Ecuménica por la Paz y la Justicia, Múnich, en colaboración con Amnistía Internacional (Grupo de Coordinación de El Salvador) Waiblingen (Alemania)

En marzo de 2022, el Parlamento de El Salvador impuso el régimen de excepción, que desde entonces se ha prorrogado cada mes y se ha convertido en la norma. Con la suspensión de numerosos derechos fundamentales, el gobierno quiere luchar contra la delincuencia de las pandillas, que había convertido a El Salvador en uno de los países más peligrosos del mundo en los últimos años. Desde entonces, cada día nos llegan nuevos informes de violaciones masivas y sistemáticas de los derechos humanos. En investigaciones exhaustivas, la organización Cristosal ha encontrado pruebas suficientes de que el Estado de El Salvador podría ser procesado por crímenes de lesa humanidad. En este evento virtual, David Morales y Zaira Navas informarán sobre el desmantelamiento del Estado de derecho en El Salvador y los alarmantes resultados de sus investigaciones, que se describen en el informe Un año bajo el régimen de excepción: una medida permanente de represión y de violaciones a los derechos humanos.

Zaira Navas
Zaira Navas, Quelle: Cristosal

Zaira Navas dirige la sección de Estado de Derecho de la organización de derechos humanos Cristosal. Anteriormente había trabajado en la PDDH (Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos) y en la época del primer gobierno del FMLN como inspectora general de la policía (PNC). Más tarde, se dedicó a dirigir al Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia. En Cristosal, es responsable de la investigación sobre el régimen de tortura en las cárceles.

Antecedentes:

Según cifras del gobierno, más de 71.770 personas han sido detenidas bajo el régimen de excepción desde finales de marzo de 2022. Esto se suma a los más de 37.000 presos que ya se encontraban hacinados en las cárceles del país antes del estado de excepción. Por eso, El Salvador tiene actualmente la tasa de encarcelamiento más alta del mundo con casi el 2% de la población adulta privada de libertad. En total hay más de 100.000 presos en el país.


Cristosal ha documentado miles de detenciones arbitrarias de personas inocentes, así como torturas y ejecuciones extrajudiciales en centros de detención.

El informe de la organización tiene el potencial de sacudir masivamente el discurso mediático sobre el supuestamente exitoso e imitable "populismo punitivo" del gobierno del presidente Bukele.


„Es una política sistemática de tortura generalizada para castigar a todas las personas que son detenidas, no les importa si son culpables o no. Quieren mostrar una cara de venganza y de odio contra las pandillas, pero los que están detenidos en su mayoría no son pandilleros. “ (Zaira Navas en una entrevista con el periódico digital El Faro)


El régimen de excepción restringe derechos fundamentales claves y otorga al ejecutivo amplios poderes que contradicen las normas internacionales de derechos humanos, entre ellos:

  1. el derecho a ser informado de los motivos de una detención;
  2. el derecho a comparecer ante un juez en un plazo de 72 horas;
  3. el derecho a la defensa por abogado y a un debido proceso;
  4. el derecho a la inviolabilidad de las comunicaciones privadas (secreto de la correspondencia).

Los menores de más de doce años pueden ser condenados a penas de hasta diez años de prisión; los mayores de 16 años pueden ser encarcelados hasta 20 años. Los periodistas y académicos que escriben sobre las pandillas se enfrentan a penas de prisión de hasta 15 años. Es posible celebrar juicios colectivos con hasta 900 acusados que pueden ser condenados sumariamente sin que se investigue individualmente su responsabilidad en un acto delictivo.

La separación de poderes en El Salvador está abolida de facto, el Parlamento y los tribunales están integrados por personas leales al gobierno, cuyas decisiones tienen como objetivo concentrar el poder en manos del presidente Nayib Bukele y garantizar su reelección inconstitucional en 2024.

Zaira Navas informará sobre este contexto y responderá a preguntas sobre los métodos, resultados y posibles consecuencias de sus investigaciones.

 

David Morales
David Morales

David Morales es abodado, director de Litigio Estratégico en Cristosal. Trabaja temas del desplazamiento forzado y justicia para víctimas de violaciones de derechos humanos durante el conflicto armado de los años ochenta (justicia transicional). Desde 1990, ha trabajado en diversos cargos para la observancia de los derechos humanos, primero en el departamento jurídico de la Archidiócesis de San Salvador, y como querellante en el juicio por la masacre de El Mozote. Trabajó varios años en la oficina del Procuraduría de los Derechos Humanos de El Salvador (PDDH) y fue Procurador de los Derechos Humanos de El Salvador de 2013 a 2016.

 

Inscripción:

El evento tendrá lugar en línea a través de Zoom. Los datos de acceso se enviarán a los participantes poco antes del evento. La presentacion de la ponente será grabada.

Por favor inscribirse por correo electrónico antes del 17 de septiembre con su nombre completo y organización (si es el caso) a: elsal@oeku-buero.de.

Eine Veranstaltung aus der Reihe Perspectivas Diversas

Gefördert durch Engagement Global mit Mitteln des


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